Ley Antitabaco.- CC.OO. considera adecuada la ley y confía en que logre "prevenir el consumo" y "reducir el tabaquismo"

Actualizado: domingo, 1 enero 2006 14:23

MADRID, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -

El responsable de drogodependencias de la confederación sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.), José Rodríguez Valdés, aseguró que la Ley Antitabaco que entra en vigor hoy es "una ley adecuada" y confió en que sea útil para lograr sus objetivos de "mejorar la salud de las personas en general, y de los trabajadores en particular, y prevenir el consumo del tabaco y reducir el tabaquismo".

En declaraciones a Europa Press, esperó que tenga "una consecuencia a medio o largo plazo de mejora de la salud y de disminución de las prevalencias del tabaquismo". Así, recordó que el tabaquismo es también una dependencia como demuestra que más del 40 por ciento de los trabajadores de nuestro país sean fumadores.

En este sentido, apuntó que cambiar los hábitos asociados a una dependencia "es algo más costoso que una simple prohibición" por lo que va a haber personas a las que adaptarse a esta ley "les va a costar de forma especial".

Así, recordó que la ley prohíbe en su artículo siete el consumo de tabaco en los centros de trabajo que no estén al aire libre pero también prevé en su artículo 11 la capacidad de hacer prevención, de informar o de sensibilizar. Por ello, aseguró que "acciones preventivas hechas adecuadamente en tiempo y forma deberían resolver algunos problemas con las personas que son dependientes del tabaco".

PREVENIR ANTES QUE SANCIONAR

Para evitar posibles incumplimientos de la ley en los centros de trabajo, comentó que conviene "prevenir los problemas antes de que lleguen" para lo que es necesario sensibilizar, formar, informar y dar elementos a los trabajadores para que no se llegue a la situación crítica de preguntarse "qué hacer con alguien que se niega de forma reiterada". "Hay que prevenir antes de que se generen daños en la convivencia entre los trabajadores en los centros de trabajo", agregó.

Rodríguez Valdés explicó que esta ley prevé sanciones administrativas "tanto para los sujetos que comenten las infracciones como para aquellos lugares donde se cometen las mismas". "Si alguien fuma en un sitio donde está prohibido es responsabilidad del que fuma y de aquella institución, persona, empresa o establecimiento que permite que lo haga en un sitio donde esta prohibido", aclaró.

Sin embargo, consideró "dudoso" que esto ayude a una buena convivencia entre los trabajadores y subrayó que ésta "tiene que pasar necesariamente por la comprensión, por convencer y no por vencer". "Da la impresión de que uno puede vencer a golpe de sanción pero nosotros entendemos que se convence a golpe de información, de sensibilización, de conocer las ventajas de los ambientes sin humo y las desventajas del uso del tabaco", puntualizó.

En cambio, afirmó que los objetivos de la ley "sí que favorecen la convivencia" aunque indicó que algunos aspectos "no se han resuelto lo más adecuadamente posible" y se podían haber mejorado. Así, hizo hincapié en que "la capacidad de interlocución entre las partes en el ámbito laboral, entre los agentes sociales, entre los empresarios y los representantes de los trabajadores tiene que resolver, matizar y favorecer la convivencia si en algún momento esta se rompiera".

ESPACIOS PARA FUMADORES

Por otro lado, recordó que en CC.OO. se mostró partidaria de habilitar espacios para fumadores en los centros de trabajo porque "las personas dependientes se merecen un espacio para poder seguir fumando, para que no les cueste tanto pasar la jornada laboral".

Incidió así en que muchas experiencias demuestran que la existencia de estas salas "facilita el tratamiento y la prevención de cualquier tipo de problema". Desde ese punto de vista, recalcó que los espacios para fumar "favorecen que se fume menos y que algunas personas puedan dejar el hábito del tabaco".

Por otra parte, señaló que el capítulo cuarto de la ley "no sólo favorece la prevención del tabaquismo sino también la deshabituación del tabaco". Insistió en que el legislador quería darle así a las administraciones "la posibilidad de desarrollar acciones para la deshabituación del tabaquismo".

Por último, remarcó que, más allá de la financiación de los fármacos para los tratamientos para dejar de fumar que aprobó el Senado y que posteriormente retiró el Congreso, la deshabituación del tabaco sí la contempla la ley.