C. León.- La fiscalía recurre la absolución de la doctora acusada de infiltrar silicona a una paciente en los pómulos

Actualizado: lunes, 9 enero 2006 18:15

Las acusaciones pública y particular habían solicitado un año y dieciocho meses de cárcel, respectivamente

VALLADOLID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Valladolid ha decidido recurrir la sentencia del Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid que absolvió a la doctora Rosa María S.F. de un delito de lesiones por imprudencia profesional del que había sido acusada por infiltrar, presuntamente, silicona líquida a una paciente entre los meses de marzo y mayo de 1998 que le produjo distintas alteraciones estéticas, dolor facial e incluso problemas para masticar y besar.

Pese a que la propia acusación particular optó por no recurrir la sentencia, la acusación pública, disconforme con el fallo, ha decidido hacerlo ante la Audiencia Provincial, órgano al que incluso solicita que vuelva a celebrar el juicio, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La sentencia recurrida absolvió a la doctora Rosa María S.F. por no considerar acreditado que la sustancia en cuestión inyectada a la víctima fuera silicona líquida, ya que dicho extremo no ha podido ser probado puesto que la paciente no se sometió a una biopsia, método que hubiera podido precisar el tipo de producto utilizado.

Las acusaciones pública y privada habían solicitado un año y dieciocho meses de cárcel, respectivamente. Junto a las penas de cárcel, el Ministerio Fiscal y la acusación particular pedían la inhabilitación de la imputada por dos años para el ejercicio de la profesión, además del pago de indemnizaciones por valor de 90.480 y 106.441 euros, respectivamente, por las lesiones y secuelas sufridas.

Los hechos se iniciaron en el mes de marzo de 1998 cuando la víctima, M.C.S.F.C, se personó en la consulta de la imputada y ésta le inyectó en cada surco naso geniano una ampolla de un producto que la doctora asegura que se trataba de ácido hialurónico--producto autorizado--, en lugar del polímero 350 de la molécula de la silicona que atestigua la afectada. La infiltración volvió a repetirse días más tarde en la misma zona.

No fue hasta primeros de mayo cuando la denunciante volvió a la consulta y preguntó a la doctora si la misma sustancia podía ser inyectada en sus pómulos, intervención que se llevó a efecto tras recibir una respuesta afirmativa por parte de la imputada.

De forma casi inmediata, M.C.S.F.C. sintió molestias en el pómulo izquierdo que le obligaron a acudir a diversos médicos, sin que se pudiera hacer nada por evitar que le quedaran como secuelas varias tumoraciones subcutáneas en los surcos naso genianos de la cara que, dada su prominencia, pueden considerarse como de las que causan un perjuicio estético.

LESIONES QUE TARDARON EN CURAR 506 DIAS

Además, padeció una disfunción de ambas articulaciones témporomandibulares y dolor facial de tipo neurálgico, así como granulomas faciales que han sido inducidos por los implantes. También sufrió una neuralgia secundaria del trigémino, insomnio crónico y un trastorno adaptativo mixto ansioso-depresivo. Las lesiones tardaron en curar 506 días.

Durante el juicio, el presidente de la Asociación de Cirujanos Plásticos de España, el canario Cristino Suárez López de Vergara, quien intervino en calidad de perito de la acusación particular, fue categórico al asegurar, con una certeza del 98 por ciento, que la ahora absuelta inyectó en 1998 a la paciente silicona líquida, tal y como demostraban a su entender el escáner y la resonancia magnética realizados a la víctima.

Además, el perito fue más allá y atribuyó el uso de esta sustancia para rellenar los pómulos de la víctima a los fuertes dolores faciales que ésta sufre desde entonces, diagnosticados como neuralgia del trigémino, así como a los granulomas o tumoraciones dejados en su piel.

"No hay opción a interpretarlo de otra manera. Eso es así y punto", zanjó el perito, quien explicó que el ácido hialurónico no puede ser el agente causante de tan graves secuelas porque, debido a su origen animal, es reabsorbido por el organismo en poco más de un mes, mientras que la silicona, de origen mineral, no sólo queda para siempre en el cuerpo y puede provocar graves lesiones sino incluso la muerte si llega al riego sanguíneo.

Durante su pormenorizada declaración, el máximo responsable de los cirujanos plásticos en España consideró justificada la negativa de la paciente a someterse a una biopsia--las defensas, tal y como estima también el juez, sostienen que es fundamental para saber el tipo de sustancia utilizada--ya que, por un lado, ello entraña un grave peligro para la misma y, por otro, es innecesaria por cuanto el escáner y la resonancia magnética ya efectuados son igual de concluyentes.