Los hombres de mediana edad que evitan factores de riesgo como el tabaquismo o el sobrepeso viven más y mejor

Actualizado: miércoles, 15 noviembre 2006 10:30


MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los hombres que durante la mediana edad evitan factores de riesgo como el tabaquismo, el sobrepeso, excesos en el consumo de alcohol o la hipertensión tienen una vida más sana y larga, según un estudio del Instituto de Investigación de la Salud Pacific y el Centro Médico Kuakini de Honolulu (Hawai, Estados Unidos). Las conclusiones de la investigación se han hecho públicas durante una sesión informativa de la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA) sobre la salud masculina llevada a cabo en Nueva York.

Los investigadores examinaron los posibles factores de riesgo biológicos, del estilo de vida y los factores de riesgo presentes en los hombres de mediana edad para una supervivencia saludable. El estudio incluyó 5.820 hombres con una media de edad de 54 años de un programa cardiaco de un estudio sobre envejecimiento.

Los participantes fueron seguidos durante una media de 40 años (1965-2005) para evaluar la supervivencia global y excepcional, que se definió como la supervivencia a una edad específica (75, 80, 85 o 90 años) sin incidencia de seis de las principales enfermedades y la no existencia de deterioros físicos y cognitivos.

Las enfermedades tenidas en cuenta eran enfermedad cardiaca coronaria, ictus, cáncer, EPOC, Parkinson y diabetes. De los 5.820 participantes originales, 2.451 participantes (el 42 por ciento) sobrevivió hasta los 85 años y 655 participantes (el 11 por ciento) reunían los criterios de supervivencia excepcional a los 85 años.

Los investigadores descubrieron que una fuerza de agarre elevada y evitar el sobrepeso, hiperglucemia, hipertensión, tabaquismo y un consumo elevado de alcohol estaban asociados tanto con la supervivencia global como la excepcional. Además, el nivel educativo alto y evitar los altos niveles de triglicéridos se asociaban con la supervivencia excepcional y que la carencia de cónyuge se asociaba con una mortalidad anterior a los 85 años.