Expertos prevén la escasez de cardiólogos clínicos por la inclinación de los nuevos doctores a superespecializarse

Actualizado: lunes, 5 junio 2006 20:23


MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los expertos prevén que, aunque la enfermedad cardiovascular seguirá siendo y cada vez más la principal causa de muerte en los países occidentales, en las próximas décadas se producirá una escasez de cardiólogos debido a la inclinación de los cardiólogos jóvenes a superespecializarse, según se advirtió en la Conferencia Europea sobre el Futuro de la Cardiología, celebrada ayer y hasta hoy en Madrid y que ha dedicado a este tema la mesa redonda 'Recursos humanos en cardiología'.

Según esta reunión, dirigida por el doctor Philip Poole Wilson, del Instituto Nacional del Corazón y del Pulmón de Reino Unido, y por la doctora María Jesús Salvador, presidenta Electa de la Sociedad Española de Cardiología, esta previsible carestía afectaría sobre todo al cardiólogo clínico y se puede achacar a varios factores.

Uno de ellos, según apuntaron, es el continuo desarrollo de nuevas tecnologías, que se han incorporado a la práctica clínica haciendo el diagnóstico y el tratamiento indudablemente más complejo. "Como resultado, existe una fuerte tendencia hacia la superespecialización entre los nuevos cardiólogos, que puede eventualmente provocar la paradójica situación de tener pocos cardiólogos clínicos generales cuando más se necesitan", señalaron.

Otro factor que va a influir en esta previsible carestía es el reducido número de plazas de formación, unido al hecho de que, dada la edad media de la especialidad en España, muchos cardiólogos se jubilarán en un futuro cercano, "lo que pondrá las cosas aún peor", señaló el doctor Eduardo de Teresa, expresidente de la Sociedad Española de Cardiología y Director de un estudio sobre la situación futura de la disponibilidad de cardiólogos.

La escasez de cardiólogos que se espera para el futuro coincidirá en el tiempo con la revisión del modelo organizativo de los hospitales. "El concepto de hospital como empresa de salud, la limitación en los recursos, el desarrollo de alternativas ambulatorias a la hospitalización y la creciente complejidad de la tecnología son los factores organizativos más importantes que determinarán cambios en la estructura funcional de los hospitales", aseguró el profesor Ginés Sanz, de la Universidad de Barcelona.

La preparación de los futuros cardiólogos también preocupa a los expertos reunidos en Madrid. En este sentido, el profesor Vardas, del Hospital Universitario Heraclion de Grecia, señaló que "más allá de la cardiología general, los campos de especialización (incluyendo electrofisiología, cardiología invasiva y ecocardiografía) basados en desarrollos recientes en tecnología, han pasado a ser importantes superespecialidades 'independientes', lo que requiere una preparación avanzada". "Al menos en Europa, se hará un esfuerzo muy importante para asegurar una preparación común y homogénea que se certifique también de manera uniforme en todo el continente", predijo el especialista.

INVESTIGACIÓN EN CARDIOLOGÍA

La mesa redonda 'Nuevos modelos de investigación: facilitar el traslado de la investigación básica al paciente' abordó otro de los puntos clave en el futuro de la cardiología. "Hoy en día, la investigación es un sinónimo de bienestar y progresos para cualquier país desarrollado, pero más todavía en el caso de la investigación biomédica donde el conocimiento obtenido se traduce en una mejora inmediata y sustancial en la salud y la calidad de vida de los ciudadanos", explicó el doctor Valentín Fuster, Presidente de la Federación Mundial del Corazón y Director del Centro Nacional de Investigación Cardiovascular (CNIC) de Madrid.

Este centro se creó siguiendo un nuevo modelo organizativo en el que la financiación se obtiene tanto de la administración pública como de compañías privadas. "En este sentido el CNIC tiene ante sí un importante desafío de establecer un nuevo modelo de investigación translacional de doble vía, que permita la aplicación del conocimiento básico al diagnóstico, tratamiento, pronóstico o prevención de la enfermedad cardiovascular y que contribuya a responder las preguntas científicas que surjan en la práctica clínica diaria al lado de la cama del paciente", añade el cardiólogo catalán.

Así, los expertos expresaron la necesidad de crear redes de trabajo en el Viejo Continente, aunque los países mantengan centros investigadores individuales que, combinados con las redes, eleven el nivel investigador europeo. "Las redes son esenciales para la investigación tanto clínica como práctica", señaló el profesor Roberto Ferrari, del Universidad de Ferrara.

Con este programa, se pretende mejorar las carencias de los ensayos clínicos tradicionales, que tienen criterios de inclusión muy estrictos y pueden no representar a importante subgrupos de la población.