Expertos creen que los modelos matemáticos pueden llevar a una combinación de fármacos efectiva frente al cáncer

Actualizado: miércoles, 13 septiembre 2006 15:34


SANTANDER, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

Expertos reunidos en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander apostaron hoy por que la estrategia en el estudio del cáncer "sea similar a lo que se ha hecho con el virus del SIDA", y se pueda encontrar, a través de los modelos matemáticos, "una combinación múltiple" de fármacos que "ponga realmente las cosas difíciles" a los tumores, de modo que en el futuro la enfermedad llegue a un estado de "cronicidad".

En este sentido, Ricard V. Solé, de la Universidad Pompeu Fabra, señaló que en la actualidad existen diversos equipos de investigación en todo el mundo dedicados a esta cuestión, compuestos por patólogos, biólogos, etcétera, "y gente que se encarga de hacer modelos".

Solé explicó que los tumores, "al igual que los virus", son sistemas "extraordinariamente flexibles", de forma que "se pueden imaginar como un conjunto de genes que hablan entre sí y que encuentran soluciones a los problemas que les plantea el organismo".

Así, constató que "si se piensa sólo en un fármaco contra un gen, habrá un problema, igual que ocurre con el virus del SIDA". "El virus cambia, encuentra una solución diferente y se escapa al fármaco, y en muchos tumores ocurre lo mismo", dijo. En cualquier caso, advirtió que en la actualidad "tenemos las primeras piezas" y "hay que ver cómo se comunican entre sí".

En relación con estas afirmaciones, Miguel Ángel Herrero, catedrático de Matemática Aplicada de la Complutense de Madrid, precisó que no se trataría de "curar la enfermedad", sino de "mantenerla en un estado estacionario", de cronicidad, "de forma que no llegue a ser catastrófica".

Agregó que "esa idea, de intervenir buscando ese resultado y no la curación total" ha sido "consecuencia" de una serie de estudios "en los que la modelización matemática ha tenido un papel crucial".

DOS MODELOS

Solé añadió que existen dos tipos de modelos matemáticos vinculados con el desarrollo del cáncer. Por un lado, los que tratan de simular el crecimiento de los tumores, que "intentan entender, para un escenario concreto, por ejemplo en qué zona está concentrada la población celular que puede dar más problemas" y "cómo manejar la terapia".

Según dijo, en este campo se ha empleado "muchísimo" la modelización, ya que "manejar radiación y no tener claro qué parte del tejido se debe eliminar es un problema muy grave", apostilló.

Indicó que, por otra parte, hay "otro tipo de modelos" que pretenden "entender preguntas más generales". Al respecto, aseveró que el cáncer "hay que imaginarlo como un sistema que se adapta", de modo que la "adaptación" se consigue "mediante mecanismos que hacen que el cáncer pierda el control de la estabilidad del genoma".

Apuntó que en una célula normal "tienes muchos mecanismos de control, y no te dividas si no hace falta", pero "si se pierde ese control, en las células que empiezan a proliferar más de la cuenta, empieza el primer paso hacia el cáncer", subrayó este investigador del ICREA (Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats), quien agregó que el tumor crece "gracias a que la estabilidad celular se pierde", aunque esa circunstancia "no es infinita".

"Yo no puedo ser totalmente caótico, y probablemente el propio tumor morirá", apostilló este científico, quien destacó que en los últimos años se está estudiando "si existe un límite a esa estabilidad" y "si fuera así, y el cáncer tiende a ello, quizás en el futuro pudiéramos darle un empujón" y "explotarlo".

Por ello, recalcó que existen "evidencias" que apuntan a que "el éxito" de algunas terapias "tiene que ver a menudo" con que actúan en tumores "muy inestables". En este sentido, consideró que "lo bonito de los modelos" es que "no hace falta que sean muy exactos", sino que "diferentes escalas que capturan esta realidad, indican que este umbral existe".

Ricard Solé y Miguel Ángel Herrero hicieron estas declaraciones en una rueda de prensa, con motivo de su participación en la Escuela de Matemáticas 'Lluis Santaló' de la UIMP.