Los enfermeros piden que no se "crucifique"a una profesional infectada por jugarse la vida cuidando a un paciente

Actualizado: viernes, 3 julio 2015 4:41

MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, ha pedido este miércoles que no se "crucifique" a la auxiliar de enfermería Teresa Romero infectada de ébola tras atender en el Hospital Carlos III a los dos misioneros repatriados, y que no se le achaque el contagio asegurando que se ha tratado de "un error humano".

"Si Sanidad tiene evidencia científica de que efectivamente se ha producido tal error que lo demuestren y hagan públicas las pruebas a la mayor brevedad posible, pero si no es así --pide--, que hagan un ejercicio de responsabilidad y coherencia y no "crucifiquen" a un profesional que en estos momentos está luchando por sobrevivir a una letal infección, un riesgo que ha asumido por cumplir con su deber y vocación de atender a un enfermo que necesitaba sus cuidados".

Por ello, asegura que desde el Consejo General de Enfermería no permitirán que se criminalice a los profesionales. "Hay que recordar que esta compañera está en el peor trance posible como consecuencia de haberse jugado la vida para cuidar de un paciente", ha apostillado.

En esta línea insiste en la labor que están realizando los profesionales sanitarios: "el trabajo, la dedicación y la excelencia profesional con la que están trabajando los médicos, enfermeras y auxiliares que están dando asistencia a los pacientes contagiados de ébola merecen que las autoridades sanitarias hagan un ejercicio de responsabilidad, lealtad y precaución a la hora de difundir cualquier mensaje a los medios de comunicación".

El coordinador del centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ha apuntado esta mañana la posibilidad que aun se investigan las causas por las que pudo infectarse y que las "hipótesis son muchas" y apuntó que una de ellas es que el momento de "quitarse el traje".

Posteriormente, el doctor Germán Ramírez, uno de los médicos que atiende a la auxiliar de enfermería ingresada en el Hospital Universitario La Paz-Carlos III de Madrid, ha explicado que la Teresa Romero le había comentado que pudo tocarse la cara con uno de los guantes al retirarse una parte del traje de protección con el que se vistió para atender al misionero Manuel García Viejo, fallecido el pasado 25 de septiembre como consecuencia de este virus.