El "desafío" de la sanidad será cribar los "falsos positivos", pues "seguramente" no habrá "muchos contagios"

Vírus del ébola
NIAID/FLICKR
Actualizado: lunes, 6 julio 2015 11:35

La Xunta asegura que Galicia está "perfectamente preparada" para este virus y que "no es necesario" vaciar una planta para cada infectado

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

"El desafío va a ser hacer una buena selección de los casos". Lo afirma Antonio Antela, un especialista en medicina interna de la unidad de enfermedades infecciosas del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), que pronostica que no habrá "muchos contagios" de ébola y "seguramente" sí ocurran más "falsos positivos", es decir, personas que acudan al sistema sanitario por "temor" a haber contraído esta patología.

En este sentido, en una entrevista concedida a Europa Press, este médico ha opinado que "más que por el número de casos que pueda haber, el desafío lo será por el número de personas que crean tener ébola" y contacten con el médico "por si acaso".

Con todo, a este respecto, ha aseverado que el sistema "está bien diseñado" para filtrar los casos sospechosos y, de haber una confirmación, "ingresar y atender adecuadamente a esa persona". Así las cosas, ha declarado rotundo que Galicia "sin duda" está preparada para tratar a cualquier persona con esta patología.

En cuanto al número de afectados, ha juzgado "muy complicado" cuantificar cuántos gallegos podrían haberse contagiado --entre religiosos, cooperantes, trabajadores y turistas--, pero ha dado por hecho que no serán "muchos".

Pese a ello, Antonio Antela ha admitido que "en los tiempos que corren, en los que hay tanta movilidad" existe la posibilidad de que una persona que haya estado en Guinea Conakry, Sierra Leona, Liberia o Nigeria "venga infectada". "Y, porque existe la posibilidad, se ha diseñado un protocolo y un sistema de detección y manejo de estas personas", ha tranquilizado.

"ES DIFÍCIL QUE LLEGUE UN CASO"

También el subdirector xeral de Programas de fomento de estilos de vida saudables, Jorge Suanzes, ha considerado "difícil que llegue un caso" a Galicia, pero, en todo caso, ha recalcado que el sistema sanitario gallego "puede dar respuesta sin ningún tipo de problema" a ésta u otras enfermedades infecciosas.

"Cualquier hospital nuestro está perfectamente preparado", ha reivindicado, en una entrevista concedida a Europa Press, antes de recordar que se trata de una enfermedad cuya transmisión es "difícil".

De hecho, para hacer frente a la alarma, este cargo de la Consellería de Sanidade ha señalado que no llegan a 2.500 los casos diagnosticados en los cuatro países citados, que suman unos 200 millones de habitantes.

"Los expertos nos dicen que es una enfermedad grave, poco transmisible y que, con medidas nada aparatosas para evitar el contacto, es fácilmente controlable", ha destacado, y ha apuntado que lo más "preocupante" es que "no tiene tratamiento ni vacuna".

MORTALIDAD

Además, ha indicado que, si bien la mortalidad de esta patología supera el 50 por ciento, ha puntualizado que este índice está registrado en "entornos sanitarios poco desarrollados", como África.

Este aspecto también ha sido reseñado por Antonio Antela, quien ha entendido que esta tasa "debe ser inferior" en un país occidental, donde se puede dar "un tratamiento de soporte" adecuado a las necesidades del enfermo.

COSTE SANITARIO

En este punto, preguntado sobre el coste de atender los posibles casos de ébola, el subdirector xeral ha asegurado que "no supone ninguna inversión tener a una persona aislada", pues ya existen zonas dispuestas para ello en las plantas de enfermedades infecciosas de los hospitales gallegos.

A la vista de lo ocurrido con el sacerdote Miguel Pajares, único caso de ébola confirmado en España, para cuyo tratamiento se despejó una planta del Hospital Carlos III de Madrid, Suanzes ha afirmado desconocer "por qué" se procedió de esta manera.

"Quizá porque era el primer caso o porque tenía algunas características particulares", ha reflexionado, pero ha sostenido que "con carácter general no es necesario" desalojar un hospital por un paciente infectado.

Es más, ha esgrimido que ni siquiera se necesitan habitaciones con presión negativa, ya que el contagio "por aerosoles" --por ejemplo, estornudos-- está "descartado". Por tanto, ha concluido que lo único que hay que ser es "cuidadoso" en la prevención del contagio.

Por su parte, el experto en enfermedades infecciosas ha añadido el gasto del traslado de los pacientes al hospital de referencia, el Meixoeiro (Vigo), y de la adaptación de las ambulancias. "Pero no creo que sea un gasto excepcional", ha resuelto.

CONTAGIO

En lo que atañe al contagio, Antela ha hecho hincapié en que sólo puede ocurrir a través del contacto "directo" con los fluidos y secreciones de una persona infectada --o con algún objeto que lo haya tenido-- y que ya tenga fiebre.

Así, ha aclarado que no existe posibilidad de contagio durante los 21 días de incubación de la enfermedad y que tampoco es transmisible por el aire. Por tanto, ha abundado, "la población en general no tiene por qué tener miedo".

A mayores, el subdirector xeral ha advertido de que es posible la transmisión con alguien que se ha curado, pues el virus permanece en el semen durante "las seis o siete semanas posteriores" a que haya pasado la enfermedad.

SÍNTOMAS "INESPECÍFICOS"

Finalmente, acerca del diagnóstico, Antonio Antela ha explicado que para definir un caso como ébola debe reunir varios síntomas "muy inespecíficos", como la fiebre por encima de los 38 grados, las náuseas, los vómitos, el dolor muscular, la sensación de fatiga y la diarrea, y también haber estado en los últimos 21 días en alguno de los países donde se ha registrado el brote.

En caso de confirmarse la infección, las expectativas del paciente dependen de la fase en que se encuentre la enfermedad y también de la edad y la situación de esa persona. "No es lo mismo una persona de 25 años sana, que una de 70 con otras patologías, que tienen a descompensarse con esta infección", ha descrito.

Además, el facultativo ha indicado que, tras una primera semana de esos síntomas "inespecíficos, la segunda semana es "crítica". La situación clínica del paciente "va mejorando" o, por el contrario, aparece "el deterioro de la función renal y hepática". "Dependiendo de lo que pase en esta semana podemos percibir si el paciente va a salir adelante o no lo va a conseguir", ha detallado el especialista.