CIUDAD REAL, 30 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario regional del Sindicato Médico de Castilla-La Mancha (CESM), José Luis Grau, aseguró hoy que esperan que entre el 80 y el 90 por ciento de los 5.500 médicos de la Comunicad Autónoma se sumen a la huelga convocada para los próximos días 21 y 22 de junio en demanda del establecimiento de una carrera profesional.
En rueda de prensa, Grau recordó que la negociación sobre este tema con el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) se prolonga ya durante dos años, sin que las propuestas de la administración sanitaria hayan variando sustancialmente.
Grau consideró "ridículo" que en el último documento aportado por el SESCAM se llegue a condicionar el desarrollo de esa carrera profesional a que exista "disponibilidad presupuestaria".
Por otro lado, según agregó, durante los dos años de negociación se han aparcado otros temas que afectan al desarrollo de la profesión y que ahora, según Grau, también han pasado a formar parte de las reivindicaciones de los médicos.
Entre ellas, como ocurre en otras autonomías como Cataluña, la constitución de una mesa única de negociación, que el complemento específico se aplique a todo el colectivo, un estatuto "digno" para el Médico Interno Residente (MIR) o el poder disponer de más tiempo para atender a cada paciente.
Después de dos años sin avanzar, según Grau, ha llegado el momento de "decir basta" y tomar una medida, la de la huelga, que, "aunque no nos guste a nosotros, no nos queda más remedio que tomar".
Por su parte, según explicó el responsable de Asistencia Especializada del sindicato en Ciudad Real, Carlos Fernández, la situación de la sanidad regional en la actualidad está marcada, además de por la carrera profesional, porque no se están respetando los horarios, por una presión asistencial muy elevada y por la reducción progresiva del tiempo que se dedica a cada paciente.
Para Fernández, tampoco hay que perder de vista el hecho de que cada vez es más difícil encontrar médicos para hacer las sustituciones de verano o para ocupar las nuevas plazas, a lo que hay que añadir el cada vez más alto número de profesionales que se marchan a comunidades limítrofes y otros países europeos con mejores condiciones labórales y económicas.
