Cataluña.- Salut pagará 115.000 euros por la muerte de una mujer por no detectarle a tiempo la reaparición de un cáncer

Actualizado: lunes, 22 octubre 2007 22:46

BARCELONA, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha condenado al Institut Català de la Salut (ICS) --organismo dependiente de la Generalitat-- a indemnizar con 115.759 euros a la hija de una mujer fallecida a los 35 años, después de que los médicos del Hospital de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), no le detectasen el rebrote de un cáncer de útero operado cuatro años antes.

Con su sentencia, el alto tribunal catalán estima parcialmente el recurso contencioso-administrativo presentado por la hija de Pilar S.M., que reclamaba una indemnización de 180.303 euros. La recurrente tenía 17 años cuando falleció su madre y tuvo que ir a vivir con sus abuelos maternos tras su muerte, ya que la fallecida estaba separada de su marido.

Pilar S.M. murió en septiembre de 1994, tres años y cuatro meses después de que se le diagnosticase cáncer de útero. La mujer fue operada en enero de 1990 por los doctores del Hospital de Bellvitge, que no le realizaron las pruebas TAC periódicas que el protocolo del propio centro establece durante los cinco años posteriores a la operación y no detectaron la avanzada metástasis que padecía.

La paciente empezó a notar los primeros síntomas de la reaparición del cáncer en septiembre de 1992, cuando acudió al hospital por una lumbalgia. Entonces se le realizó una ecografía abdominal y se descartó el rebrote de la enfermedad. En febrero de 1994, mediante una citología vaginal, se observaron varias irregularidades y, pese a que se aconsejó que fueran controladas, no consta que fuera así.

En marzo de ese mismo año, los doctores detectaron mediante una ecografía que Pilar S.M. tenía un quiste en el ovario izquierdo y decidieron operarla, aunque durante la intervención no lo vieron y pensaron que la imagen de la ecografía podía corresponder a adherencias intestinales.

Un mes después de la operación, la fallecida acudió a Urgencias del Hospital de Bellvitge aquejada de un intenso dolor en la ingle y en la cara interna de la pierna izquierda. Los médicos la trataron con infiltraciones y antiinflamatorios, diagnosticando una ruptura de fibras y tendinitis de abductores.

Finalmente, ante la persistencia de los dolores, Pilar S.M. tuvo que acudir al Hospital de Barcelona, donde tras practicarle un TAC y ecografías le diagnosticaron un posible rebrote del cáncer y la derivaron de nuevo al Hospital de Bellvitge. La paciente fue ingresada en el servicio de curas paliativas y, tras practicarle varias intervenciones quirúrgicas, falleció en septiembre de 1994.

"DÉFICIT DE MEDIOS" EN EL SEGUIMIENTO.

El alto tribunal catalán señala en su sentencia que Pilar S.M. falleció debido a "un déficit de medios" en el seguimiento del cáncer de útero que padecía y al incumplimiento por parte del servicio de Ginecología del protocolo clínico establecido por el propio centro para el control postoperatorio de la enfermedad.

Ello, según el fallo, "supuso cabalmente la reducción injustificada de las posibilidades de detección en tiempo útil" de la metástasis, que finalmente tuvo que ser detectada en un centro distinto mediante un TAC que el Hospital de Bellvitge debería haberle realizado periódicamente.

De hecho, según el protocolo, dicha prueba se debe realizar a los seis, 12 y 24 meses de la intervención y, después, anualmente a lo largo de los cinco años posteriores. También prevé un examen físico general y de pelvis y una citología cada tres meses durante los dos primeros años, y cada semestre en los cinco años siguientes.

El protocolo, según la sentencia, recuerda también que el periodo de más riesgo de aparición de manifestaciones tumorales secundarias corresponde a los cinco primeros años, "con un 75% de probabilidades de que se desarrollen antes del tercer año", por lo que los programas de seguimiento "deberán tener en cuenta esta realidad, aplicando los medios idóneos para un rápido reconocimiento".