Los cambios en la velocidad al caminar pueden ser señal de problemas de salud

Paseando por la calle
GONMI/FLICKR
Actualizado: martes, 12 junio 2012 10:34

MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio muestra que los cambios en la velocidad al caminar pueden ser una señal de las primeras etapas de un tipo de demencia, conocida como deterioro cognitivo leve (MCI, por sus siglas en inglés). La investigación ha sido publicada en 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología.

"En nuestro estudio, hemos utilizado una nueva técnica que incluye la instalación de sensores infrarrojos en los techos de las casas, un sistema diseñado para detectar el movimiento de las personas en los pasillos", explica el autor del estudio, Hiroko Dodge, de la Universidad de Oregón.

Según el investigador, "al usar este nuevo método de seguimiento, hemos sido capaces de observar cómo, incluso los cambios sutiles en la velocidad al caminar, se pueden correlacionar con el desarrollo del deterioro cognitivo leve".

En el estudio participaron 93 personas mayores de 70 años, que vivían solas. De ellos, 54 participantes no tenían problemas cognitivos, 31 no tenían problemas de memoria relacionados con el deterioro cognitivo leve, y 8 mostraban síntomas de MCI. Los participantes pasaron por pruebas cognitivas y de memoria, y se controló su velocidad al caminar en sus casas, durante un período de tres años.

Los participantes fueron colocados en tres grupos: lentos, moderados o rápidos, en función de su velocidad al caminar. El estudio encontró que las personas con MCI no relacionada con problemas de memoria tenían nueve veces más probabilidades de ser caminantes lentos, y la cantidad de la variación de la velocidad al caminar también se asoció con el deterioro cognitivo leve.

Según los investigadores, nuevas investigaciones deben llevarse a cabo con grandes grupos de participantes, para determinar si la velocidad al caminar, y sus fluctuaciones, pueden ser un predictor de futuros problemas cognitivos y de memoria en las personas mayores.

Si se logra detectar la demencia en sus primeras fases, diferentes tratamientos podrían mantener la independencia de estas personas y, finalmente, desarrollar formas de prevenir que la enfermedad se desarrolle.