Bruselas quiere reforzar la respuesta común a futuras crisis sanitarias y ampliar los poderes de la EMA y el ECDC

Banderas de la Unión Europea.
Banderas de la Unión Europea. - SHUTTERSTOCK/VISAEUROPA - Archivo
Publicado: miércoles, 11 noviembre 2020 13:32

BRUSELAS, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea ha propuesto este miércoles nuevas normas para reforzar la capacidad de la UE para responder a futuras crisis similares a la pandemia de coronavirus, por ejemplo, a través de un sistema de vigilancia común, una mejor gestión de los datos o la posibilidad de declarar una emergencia sanitaria a nivel europeo que desencadene una coordinación ampliada entre los socios.

La iniciativa del Ejecutivo comunitario --que debe ser respaldada por los países y el Parlamento Europeo antes de entrar en vigor-- pasa también por ampliar la competencias de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC).

Los borradores legislativos que ha desvelado Bruselas son el "primer paso" para construir la Unión para la Salud que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió en septiembre en el contexto de una pandemia que ha remarcado lo "crucial" que es la coordinación y la cooperación en el bloque en este ámbito.

"Desafortunadamente vivimos un tiempo en el que las enfermedades infecciosas pueden surgir en cualquier momento. Debemos estar preparados para la siguiente pandemia o la siguiente emergencia sanitaria", ha explicado la comisaria de Salud, Stella Kyriakides.

Por ahora, las medidas anunciadas en una rueda de prensa por la chipriota se centran en mejorar el nivel de preparación de la UE y sus socios ante futuras emergencias y deja para más tarde (finales de 2021) la propuesta para crear una agencia europea para la investigación clínica, a imagen de la estadounidense BARDA.

Así, la Comisión Europea impulsa la puesta en marcha de un nuevo reglamento que, una vez aprobado, reforzaría la capacidad conjunta para responder a emergencias sanitarias que afecten a varios Estados miembros o incluso a todo el bloque.

El plan incluye la puesta en marcha de un sistema de vigilancia "reforzado e integrado" que utilice inteligencia artificial y "otros medios tecnológicos avanzados". El reglamento también contempla la posibilidad de declarar una situación de emergencia en la UE que activaría una coordinación ampliada y permitiría el desarrollo, almacenaje y compra de los productos necesarios para hacerle frente.

La normativa también obligaría a los Estados miembros a mejorar sus sistemas de datos e indicadores sanitarios , como por ejemplo su disponibilidad de camas hospitalarias, la capacidad para tratar a pacientes que necesitan cuidados intensivos, la plantilla de profesionales sanitarios o los tratamientos especializados disponibles.

Otro aspecto de la normativa es que se adoptarán planes y recomendaciones a nivel europeo que tendrán que ser tenidos en cuenta por los Estados miembros para diseñar sus estrategias nacionales de preparación. Los planes de los países serán "auditados y sometidos a test de estrés" por parte de Bruselas y las agencias europeas.

De hecho, la Comisión Europea también propone ampliar las competencias de algunas de estas agencias. La pandemia, por ejemplo, ha evidenciado las "debilidades" del actual ECDC, que sólo tiene la capacidad de aportar orientaciones técnicas a los países y no puede hacer análisis de los datos y cifras que recibe.

Por eso, Bruselas pide que se refuercen sus poderes para que pueda, entre otras cuestiones, desplegar equipos de expertos para ayudar a las autoridades locales de un Estado miembro que se están enfrentando a una crisis sanitaria y también crear una red europea de laboratorios de referencia.

Asimismo, quiere que el ECDC pueda dirigir recomendaciones "más fuertes" pero no vinculantes a los Estados miembros sobre medidas de control de brotes y que pueda recolectar y gestionar datos de cada país para mejorar sus análisis de la situación.

De forma paralela, el Ejecutivo comunitario propone que la EMA tenga competencias para supervisar y mitigar un potencial riesgo de escasez de medicinas y dispositivos médicos esenciales o coordinar ensayos clínicos y estudios para vigilar la efectividad y seguridad de vacunas.

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