Barbacid dice que una parte de los genes mutados identificados en el cáncer codifican moléculas que se pueden tratar

Actualizado: viernes, 9 marzo 2007 11:28


BILBAO, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

El investigador Mariano Barbacid, director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y responsable del Grupo de Oncología Experimental de dicha institución, manifestó hoy que una parte de los más de 350 genes mutados identificados en el cáncer codifican moléculas que pueden ser tratadas farmacológicamente.

Barbacid ofreció esta tarde en la sede bilbaína de la Fundación BBVA la conferencia 'Investigación traslacional en cáncer', en la que abordó la situación actual de la investigación en cáncer coincidiendo con el 25 aniversario del aislamiento del primer oncogén humano, realizado en el laboratorio de Barbacid en 1982.

Durante estos 25 años se han producido grandes avances en el conocimiento íntimo de los procesos moleculares responsables de las enfermedades neoplásticas, que comúnmente conocemos como cáncer.

En la actualidad se han identificado ya más de los más de 350 genes mutados en, al menos, algún tipo de cáncer humano. Un porcentaje de estos genes codifica moléculas que pueden ser inhibidas farmacológicamente y, por lo tanto, susceptibles de ser consideradas como posibles dianas terapéuticas, manifestó el experto.

Algunas de ellas han sido ya utilizadas con éxito, produciendo una generación de nuevos fármacos anti-tumorales cada vez más específicos y menos tóxicos. "No obstante, este proceso no está siendo ni fácil ni eficiente, ya que menos del 5% de los compuestos que entran en ensayos clínicos demuestran suficientes propiedades terapéuticas que justifiquen su aprobación para uso clínico", precisó.

Por este motivo, los científicos necesitan mejorar el conocimiento del papel específico de estas posibles dianas terapéuticas dentro del complejo proceso de la transformación neoplásica mediante el desarrollo de modelos experimentales que reproduzcan lo más fielmente posible la historia natural de los tumores humanos.

Sin este conocimiento, la implementación clínica de las nuevas estrategias terapéuticas derivadas de la investigación básica seguirá siendo un proceso poco eficiente de "prueba y error" que, sin duda, retrasará considerablemente su llegada al paciente de cáncer.