Apuestan por la detección precoz del cáncer de cuello de cérvix mediante las exploraciones ginecológicas periódicas

Actualizado: jueves, 25 octubre 2012 14:03

Los expertos de la SPRO y SEOR se reúnen en el I Congreso de Tumores Ginecológicos


MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los expertos de la Sociedad Portuguesa de Oncología Radioterápica (SPRO) y de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) han apostado por la detección precoz del cáncer de cuello de cérvix mediante las exploraciones ginecológicas periódicas, con motivo de la celebración estos días en Algarve (Portugal) del I Congreso de Tumores Ginecológicos de ambas sociedades científicas.

En el mismo, los especialistas han explicado que los índices de curación en estos tumores en estadio inicial "son de entre el 80 por ciento y el 90 por ciento". Por ello, se muestran firmes en esta idea, con la que se logran detectar tumores con "excelentes resultados de curación".

El cáncer de cérvix es el segundo tumor en la mujer a nivel mundial y el quinto en incidencia en España en mujeres de entre 30 y 50 años; sin embargo, recuerdan que existen "fundamentalmente" dos tipos de cánceres ginecológicos. Así, está éste, que "afecta al cuello del útero"; y el de endometrio, que "se sitúa en el cuerpo del útero", manifiestan.

Ante ello, los representantes de SPRO y SEOR consideran necesaria la formación de los profesionales, motivo por el cual se plantean como objetivo "actualizar sus conocimientos teóricos y prácticos de la especialidad".

En este sentido, uno de los directores del curso, el doctor Francisco Casquero, valora el interés de la Escuela Española de Oncología Radioterápica (EEOR) por la formación continuada de los especialistas, y destaca las "sinergias formativas" que se están produciendo entre las dos sociedades nacionales.

Para él especialista, el intercambio de experiencias entre los profesionales "favorece la investigación, la colaboración y la actuación transnacional". "Con esta unión es posible mejorar el manejo de las enfermedades", concluye el doctor Casquero.