Alrededor del 15% de los pacientes con enfermedad arterial periférica sufren algún tipo de limitación de movimiento

Actualizado: martes, 30 octubre 2012 15:51

MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

Alrededor del 15 por ciento de los pacientes con enfermedad arterial periférica sufren algún tipo de limitación de movimiento, según ha mostrado el estudio 'VIVES' realizado por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), que ha analizado los factores, síntomas y patologías asociadas que van en detrimento del bienestar de los pacientes.

Y es que, la claudicación intermitente es el síntoma más frecuente de esta enfermedad, caracterizada por la aparición de un dolor muscular intenso localizado en las piernas, en la región de la pantorrilla o el muslo, que aparece al caminar o realizar un ejercicio y que, incluso, puede llegar a ser discapacitante. En este sentido, además de frecuente y grave, esta enfermedad suele presentarse de forma crónica.

"La enfermedad arterial periférica es una patología muy frecuente que actualmente afecta a entre el 2 y el 10 por ciento de la sociedad española, lo que equivale a casi tres millones de personas, llegando incluso al 50 por ciento cuando se trata de pacientes con antecedentes conjuntos de enfermedad coronaria y cerebro vascular", ha comentado el presidente de la SEACV, Francisco Lozano, tras avisar de que la tasa de mortalidad de esta patología "va en aumento" y que, incluso, algunos estudios apuntan a que representa una causa de muerte "más frecuente" que el cáncer de mama o el linfoma de Hodgkin.

"La calidad de vida de los pacientes con enfermedad crónica, como la enfermedad arterial periférica es, desde el punto de vista médico, un criterio que nos informa del verdadero impacto de la enfermedad sobre el paciente y nos permite tomar mejores decisiones terapéuticas", ha explicado Lozano, para añadir que "la progresión crónica de esta patología, que pone en peligro la extremidad pero también la supervivencia, está asociada a alteraciones físicas, psicológicas y sociales, tanto para el paciente como para su familia".

DISMINUCIÓN Y EMPEORAMIENTO DE LA CALIDAD DE VIDA

Concretamente, los datos del estudio demuestran que la presencia de la enfermedad arterial periférica en su conjunto se asocia a una disminución global de la calidad de vida de los pacientes y provoca un deterioro que afecta fundamentalmente a la función física, más que a otros dominios como el psicológico y social.

Asimismo, se observa un significativo empeoramiento del bienestar según se incrementa la edad. Según los resultados, el sexo masculino, la jubilación y un sentimiento poco capaz de ejecutar las actividades diarias también son causa de alteración del bienestar en aquellos pacientes que sufren algún grado de invalidez como consecuencia de la enfermedad.

El estudio también destaca la influencia de los factores de riesgo más prevalentes en la garantía de bienestar. Según las cifras, el 49,5 por ciento de estos pacientes es diabético, el 76,9 por ciento hipertenso y el 65,3 por ciento presenta dislipemia. A ello se suma la presencia de síntomas propios de esta patología, que también resultan condicionantes y entre los que destaca el dolor en sus diversas formas (88,8%), y la ausencia de pulso, que se detectó en el 41,9 por ciento de los casos.

"La inexistencia de datos epidemiológicos y de comorbilidad exactos hace que las autoridades sanitarias ignoren la realidad y el coste económico, social y laboral asociado, lo que repercute directamente sobre la falta de eficacia de la planificación sanitaria en relación al manejo de esta patología, así como sobre la inexistencia de unidades asistenciales específicas integradas en el marco hospitalario, algo fundamental para evitar el serio problema sanitario y socio-económico ocasionado por la Enfermedad Arterial Periférica", ha concluido Lozano.