En 20 años se han logrado descubrir más de un centenar de genes y enfermedades asociadas a la muerte súbita

Brugada
Foto: UNIVERSIDAD CATÓLICA VALENCIA
Actualizado: miércoles, 1 agosto 2012 11:27

SANTANDER, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El cardiólogo Ramón Brugada, director del Centro de Genética Cardiovascular de Girona, ha señalado este martes que hace 20 años, "cuando los Juegos Olímpicos de Barcelona, no se sabía absolutamente nada de las enfermedades genéticas asociadas a la muerte súbita". En cambio, "en estos últimos 20 años se han conseguido descubrir más de un centenar de genes y nuevas enfermedades asociadas a la muerte súbita en el joven".

   Brugada ha pronunciado la conferencia titulada "Enfermedades genéticas y muerte súbita. ¿Son los genes la bola de cristal para predecir la muerte súbita", en el marco del curso de verano que organiza la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir" en Santander.

   Brugada, referente internacional en este campo, lidera el Centro de Genética Cardiovascular de Girona, que ha realizado más de 3.800 estudios genéticos en sus cuatro años de funcionamiento, lo que ha permitido iniciar 15 investigaciones sobre la muerte súbita.

   Este experto ha señalado que "ciertamente, los genes no son la bola de cristal, pero son un complemento más a todo el proceso de investigación clínica", que se realiza ante la muerte súbita.

   Por lo tanto, investigar los genes "forma parte de la investigación clínica", como en el caso de que exista la necesidad de efectuar un estudio genético "para intentar descartar una enfermedad que pueda causar muerte súbita, sobre todo en los pacientes jóvenes y deportistas, y que llega a tener un impacto social y familiar muy importante".

   Brugada ha manifestado que no hay que olvidar que la enfermedad genética significa que "es una enfermedad que está presente en la familia y que, por lo tanto, puede haber otros familiares en riesgo de muerte súbita, por lo que es muy importante hacer una valoración clínica de estos casos".

   En estos años, ha informado, los avances han sido "espectaculares" y es "muy satisfactorio" observar que las investigaciones tienen implicación clínica. "Este es el punto en el cual la sociedad interpreta que la investigación ha dado sus frutos porque ha beneficiado al paciente", ha añadido.

HÁBITOS SALUDABLES, DEPORTE CON SEGURIDAD

   Brugada, que también es decano de la Facultad de Medicina de la Universitat de Girona, ha alertado de la necesidad de tomar conciencia sobre los hábitos de salud, dado que "el 80 por ciento de las muertes súbitas cardiacas son causadas por enfermedad coronaria, el típico infarto de miocardio".

   Al respecto, ha recordado que "la obesidad infantil está aumentando y eso significa que tendremos más enfermedad coronaria a unas edades más tempranas y, por lo tanto, tendremos muerte súbita por enfermedad coronaria antes". "Hace 10 o 20 años era muy difícil ver un infarto de miocardio antes de los 40 años y ahora ya los vemos", ha puntualizado.

   Igualmente, ha destacado la necesidad de realizar "deporte con seguridad" y que los niños que se inician en el deporte y necesitan certificado médico es "imprescindible que sea un acto médico, no un acto burocrático, y que se haga un electrocardiograma porque nos ayuda a identificar enfermedades genéticas". Al igual que las personas que partir de los 30 años vuelven a hacer deporte después de tiempo o deportistas que practican de forma regular actividad física, también deben someterse a un reconocimiento médico.

   Otro de los aspectos que ha destacado es que, en la actualidad, "si una persona pierde el conocimiento en la calle, las probabilidades de que salga con vida del hospital es del 2 por ciento". Por este motivo, ha aconsejado la instalación de desfibriladores en barrios y zonas deportivas.

   En este sentido, ha detallado el programa público pionero, y el más grande de Europa, que han llevado a cabo en Girona con la instalación de 650 desfibriladores. "El desfibrilador actúa solo, lo único que se tiene que hacer es enganchar las pegatinas en el pecho de la persona y la máquina hace el resto", ha subrayado. "Es imprescindible tener unos buenos programas de desfibrilación pública.

   Igualmente, Brugada se ha referido a la necesidad de continuar con los programas de investigación, dado que "todo lo que sabemos ahora es por los últimos 20 años". Asimismo, ha manifestado este experto, hay que "devolver o incorporar a la práctica médica y clínica, en el paciente y en el médico, los hallazgos de la investigación; es ahí cuando la sociedad interpreta que la investigación ha valido la pena".