¿Sabes la diferencia entre probióticos, prebióticos y simbióticos?

Píldora, pastilla, gragea
PIXABAY - Archivo
Actualizado: lunes, 6 agosto 2018 10:11

MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

El 65 por ciento de los españoles reconoce no saber la diferencia entre los probióticos, prebióticos y simbióticos, ni su papel sobre las funciones inmunitaria, digestiva y respiratoria, según un estudio realizado por Danone Nutricia Early Life Nutrition.

Los probióticos, prebióticos y simbióticos apoyan, en general, al equilibrio sano de la flora intestinal, benefician a algunos problemas gastrointestinales y ayudan a mejorar el sistema inmune de niños y adultos, según han informado desde Danone.

En concreto, los probióticos son microorganismos vivos que se encuentran en algunos alimentos y que cuando se administran en cantidades adecuadas reportan numerosos beneficios para la salud presente y futura del bebé. Sin embargo, el 57 por ciento de los padres y madres españoles no sabe qué son realmente.

Estos se pueden encontrar sobre todo productos lácteos, como el yogur o el kéfir, o el chucrut y el chocolate negro. A parte de en alimentos, también se pueden aportar probióticos a los bebés través de medicamentos y fórmulas pediátricas. De hecho, según una encuesta realizada por la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP), se revela que el 87 por ciento de estos profesionales ya incluye probióticos en su práctica clínica, habitualmente a través de medicamentos (30%) y fórmulas pediátricas (21%).

Los prebióticos también son desconocidos por los padres españoles, ya que casi el 60 por ciento reconoce no saber qué son exactamente y, además, el 63 por ciento de los encuestados por Danone Nutricia Early Life Nutrition no sabe la diferencia que hay entre éstos y los probióticos. Los prebióticos son sustancias no digeribles de los alimentos que promueven el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas para el intestino.

De este modo, se diferencian de los probióticos en que éstos son bacterias vivas, mientras que los prebióticos son sustancias sin vida que favorecen el crecimiento de estas bacterias a base de aportarles diferentes sustratos.

Se pueden encontrar en alimentos de origen vegetal, como el ajo, la cebolla o las alcachofas entre otros, y en la leche materna. Pero también, y al igual que en el caso de los probióticos, también se pueden aportar a través de leches de fórmula pediátricas, complementos alimenticios o medicamentos.

Por su parte, el 79 por ciento de los españoles afirman no saber qué son los simbióticos -alimentos funcionales que combinan probióticos y prebióticos-. Una fuente de alimento simbiótico en la naturaleza es la leche materna, por lo que tiene un papel muy importante sobre la colonización de flora intestinal saludable del tubo digestivo del recién nacido.

"Una correcta alimentación a través de leche materna, o en el caso de que no sea posible, a través de fórmulas pediátricas con probióticos, prebióticos o simbióticos, es fundamental, sobre todo durante los primeros 1.000 días de vida, incluidos los 9 meses de gestación, que determinan de forma importante la salud futura del bebé", comenta la gerente de Ciencias de Nutrición en Salud de Iberia de Danone Nutricia Early Life Nutrition, Mónica Rodríguez Sangrador.

¿QUÉ BENEFICIOS TIENEN PARA LA SALUD?

Los probióticos, prebióticos y simbióticos tienen un papel muy beneficioso directamente ligado con la microbiota intestinal o flora intestinal, es decir, sobre el conjunto de microorganismos que viven de manera normal en las distintas partes del cuerpo, especialmente en el intestino delgado.

La flora intestinal es responsable de funciones importantes, como la producción de factores de crecimiento y vitaminas, así como para la estimulación del sistema inmunológico o el efecto barrera frente a gérmenes patógenos, entre otros. Por tanto, es fundamental contar con una flora intestinal o microbiota sana y equilibrada y los probióticos, prebióticos y simbióticos ayudan a ello.

Asimismo, esta comienza a formarse en el canal del parto, cuando el bebé entra en contacto con millones de bacterias maternas que comienzan a colonizar el intestino. A partir de aquí y durante la lactancia hasta los dos años de edad, aproximadamente, su flora intestinal seguirá formándose y diversificándose hasta estabilizarse.