Experto alerta de que la astenia primaveral puede afectar al rendimiento escolar y las relaciones sociales de los niños

Niño, astenia primaveral
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Actualizado: lunes, 23 abril 2018 12:47

MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

La astenia primaveral, trastorno transitorio caracterizado por la pérdida de energía y la caída de las defensas, puede dificultar el rendimiento académico y las relaciones sociales de los niños, tal y como ha advertido el doctor de la Unidad de Pediatría del Hospital Virgen del Consuelo, Javier Beltrán Armada.

Algunos de los síntomas de la astenia son bostezos, cansancio, irritabilidad o inapetencia y provocan una alteración del ritmo biológico el niño. "Los cambios de estación causan una alteración en los niveles de determinadas hormonas", ha explicado el doctor Beltrán.

Destaca la "disminución de la betaendorfina, la que produce bienestar en el organismo. La carencia de esta hormona provoca irritabilidad, nerviosismo, tristeza, cansancio y apatía", ha indicado.

Estos síntomas duran entre una semana y quince días, lo que tarda el organismo en adaptarse a los nuevos elementos del entorno. Si se alargan más de esta duración "o si el niño además asocia mocos, estornudos repetidos, picor de nariz y de ojos, febrícula o diarrea ya no se trata de astenia", ha explicado el doctor Beltrán.

En este caso, el niño debe llevarse al médico pues esta descripción puede encajar con el principio de alguna dolencia como un resfriado, gastroenteritis, otitis o alergia.

CÓMO PREVENIR Y TRATAR LA ASTENIA EN NIÑOS

Hay tres factores que resultan determinantes para la aparición de la astenia primaveral: el estilo de vida y una dieta y descanso adecuados.

En cuanto al estilo de vida, los niños "necesitan una rutina establecida para que su desarrollo físico y psíquico" sea correcto, ha dicho el doctor Beltrán. Recomienda "ejercicio físico, ya que estimula la liberación de dopamina y endorfinas que levantan el ánimo".

Una alimentación saludable evita la astenia primaveral. "El aporte de nutrientes y vitaminas adecuado es indispensable para que el niño tenga una salud física y mental adecuada, sin olvidar una buena hidratación", ha indicado el doctor del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo.

Por último, los niños deben dormir entre nueve y diez años hasta la edad de 18. "Los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés, se reducen muchísimo después de un buen descanso y, al contrario, cuando se duerme menos de lo que se debe, estos aumentan", ha concluido el doctor.