Asocian la falta de sueño a un mayor riesgo de ataque cardiaco

Insomnio duplica hospitalización en pacientes con insuficiencia cardiaca
Foto: CARLOS MARTZ/FLICKR
Actualizado: lunes, 15 junio 2015 11:55

   MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La falta de sueño se asocia con un mayor riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular, según los resultados del estudio 'MONICA' de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La investigación la presenta este lunes el profesor Valery Gafarov, profesor de cardiología de la Academia Rusa de Ciencias Médicas en Novosibirsk, Rusia, en 'EuroHeartCare', la reunión anual oficial del Consejo de Enfermería Cardiovascular y Profesiones Afines de la Sociedad Europea de Cardiología, que se celebra en Dubrovnik, Croacia.

   "La mortalidad por enfermedades cardiovasculares representa casi el 50 por ciento de la mortalidad total entre la población. Casi el 80 por ciento de las muertes por enfermedades cardiovasculares se deben a un infarto de miocardio (ataque al corazón) y de accidente cerebrovascular. Significa que estamos hablando de una epidemia de la enfermedad cardiovascular. Es necesario, por tanto, participar en la prevención intensiva de los factores de riesgo principales para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares", explica Gafarov.

   "Los trastornos del sueño están muy estrechamente relacionados con la presencia de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, hasta ahora no ha habido un estudio de cohorte de base poblacional que examine el impacto de los trastornos del sueño en el desarrollo de un ataque al corazón o un derrame cerebral", continúa.

   La investigación fue parte del programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 'MONICA' ('Multinational Monitoring of trends and determinants in Cardiovascular disease') y el subestudio 'MONICA-psicosocial'. Se investigó la relación entre los trastornos del sueño y el riesgo de desarrollar un ataque al corazón o un derrame cerebral en el largo plazo.

   El análisis incluyó una muestra representativa de 657 hombres de 25 a 64 años sin antecedentes de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o diabetes en Novosibirsk, Rusia. Se evaluó la calidad del sueño al comienzo del estudio, en 1994, con la 'Jenkins Sleep Scale'. Las calificaciones muy malas, malas o pobres se consideraron un trastorno del sueño. Los casos de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular se registraron durante los siguientes 14 años.

   Durante el periodo de estudio, casi dos tercios (63 por ciento) de los participantes que tenían un ataque al corazón también presentaban un trastorno del sueño. Los trastornos del sueño están estrechamente asociados con los estados emocionales negativos (ansiedad, depresión, hostilidad, agotamiento vital). Están conectados con el gradiente social y son una manifestación de la tensión social en la población.

   Los hombres con un trastorno del sueño tenían un riesgo de infarto de miocardio que era de 2 a 2,6 veces más alto y un riesgo de accidente cerebrovascular que era de 1,5 a 4 veces mayor que los que no tienen un trastorno del sueño entre los 5 y los 14 años de seguimiento.

   "Los trastornos del sueño se asociaron con una mayor incidencia en gran medida tanto de ataque cardiaco como de accidente cerebrovascular. También encontraron que las tasas de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular en hombres con trastornos del sueño están relacionadas con la situación social, con las mayores incidencias en los que estaban viudos o divorciados, no habían terminado la escuela secundaria y se dedicaban a trabajos manuales pesados", destaca Gafarov.

   Y agrega: "El sueño no es un asunto trivial. En nuestro estudio se asoció con el doble de riesgo de un ataque al corazón y hasta cuatro veces el riesgo de accidente cerebrovascular. La falta de sueño debe considerarse un factor de riesgo modificable para la enfermedad cardiovascular, junto con el tabaquismo, la falta de ejercicio y la mala alimentación. Las directrices deberían añadir el sueño como un factor de riesgo con recomendaciones para la prevención de la enfermedad cardiovascular".

   "Para la mayoría de la gente, la buena calidad del sueño es de 7 a 8 horas de descanso cada noche. Las personas que no duermen bien deben hablar con su médico. Nuestra investigación anterior mostró que los trastornos del sueño están muy estrechamente relacionados con la depresión, la ansiedad y la hostilidad, por lo que hablar con un psicólogo también puede ayudar ", concluye Gafarov.