La industria farmacéutica innovadora en Europa rechaza la propuesta de la CE de cambio de la propiedad intelectual

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Actualizado: lunes, 28 mayo 2018 16:41

MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

La patronal de la industria farmacéutica innovadora europea (EFPIA) ha asegurado estar "profundamente preocupada" por la propuesta de la Comisión Europea para revisar la legislación sobre el Certificado Complementario de Protección (CCP) con el propósito de introducir una excepción de fabricación, dadas las consecuencias que, a su juicio, esta propuesta podría causar en el sistema de protección de la propiedad industrial.

En concreto, la UE ha planteado introducir la denominada "dispensa para fabricación con fines de exportación" de certificados complementarios de protección (CCP), con el objetivo de eliminar "una importante desventaja competitiva" de los fabricantes europeos con respecto a sus competidores del resto del mundo.

Así, gracias a esta dispensa, las empresas establecidas en la UE podrán fabricar una versión genérica o biosimilar de un medicamento protegido por un CCP durante el periodo de validez del certificado si lo hacen exclusivamente con fines de exportación hacia mercados extracomunitarios en los que la protección de la patente haya expirado o no haya existido nunca.

"La propuesta de la Comisión reduce los derechos de propiedad industrial y podría condicionar el desarrollo de medicamentos innovadores y mermar el acceso a éstos por parte de los pacientes. Además, envía la señal de que Europa debilita su compromiso con la propiedad industrial poniendo en riesgo la inversión en innovación de la industria farmacéutica (35.000 millones de euros al año) y su capacidad de generación de empleo (700.000 empleados en todo el continente, 118.000 de ellos dedicados a actividades de I+D) y su aportación tanto al crecimiento económico como al avance en el cuidado de los pacientes", ha dicho la organización.

Y es que, según recoge Farmaindustria, Europa es líder en innovación biomédica gracias al marco jurídico de protección de la propiedad industrial que ha dado a inversores y empresas la seguridad necesaria para invertir en la región y desarrollar un tejido industrial dedicado al largo, complejo y arriesgado proceso de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos.

Por ello, considera que la propuesta de la Comisión de devaluar este marco pone a Europa en una "seria desventaja" en la carrera global por atraer inversiones en el ámbito de la innovación biomédica.

La Unión Europea introdujo los Certificados Complementarios de Protección (CCP) para atraer al continente el desarrollo de nuevas actividades de I+D. Aproximadamente, la mitad de la vida de una patente de un nuevo medicamento se pierde durante el proceso de investigación, desarrollo y aprobación, y el CCP vino a compensar parcialmente esa pérdida de vigencia de la patente.

"La industria farmacéutica innovadora juega un papel decisivo en la capacidad exportadora de Europa y es uno de los pilares más competitivos de la economía de la Unión Europea, y ha contribuido notablemente a la recuperación de la economía del continente tras la crisis. Es uno de los sectores determinantes para poder garantizar una estrategia europea de consolidación de una economía basada en el conocimiento. Desafortunadamente, la propuesta de la Comisión es incoherente con su propia apuesta por esa economía del conocimiento y pone en peligro el potencial innovador del sector a largo plazo a cambio de ahorros inciertos y de escaso valor a corto plazo", ha dicho la asociación.

Además, prosigue, la propuesta de introducir una excepción de fabricación es "aún más alarmante" si se compara con la tendencia en otras áreas geográficas, especialmente China, que se mueven en la dirección opuesta reforzando sus sistemas de protección de la protección industrial, con la ambición de convertirse en la Europa del futuro.

Por ello, ha mostrado su preocupación en que esta propuesta de devaluación del sistema de protección de la propiedad industrial, además de ser perjudicial para el desarrollo de fármacos innovadores en Europa, pueda causar el traslado de "buena" parte de la actividad de innovación biomédica que ahora mismo se desarrolla en el continente a otros lugares del mundo que valoren y potencien la economía basada en el conocimiento.

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