Signos de alarma del melanoma ocular

Un ojo
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Publicado: martes, 26 junio 2018 14:15

   MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Cambios en el tamaño y la forma de la pupila, modificación de la posición del globo ocular (ojos saltones), visión borrosa, moscas o flashes de luz o mancha oscura en el iris, son algunos de los signos de alarma de presencia de un melanoma ocular, según ha informado la oftalmóloga responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Clinilaser, María Capote.

   Se trata de un melanoma ocular del que se desconoce exactamente qué lo origina, si bien se cree que puede estar causado por factores predisponentes como la hiperpigmentación ocular congénita o ciertas anomalías cromosómicas. La media de edad de diagnóstico se encuentra entre los 55 y los 60 años y su detección suele darse durante los exámenes oculares de rutina.

   "El principal motivo de las detecciones en revisiones de rutina es porque se tiene un gran desconocimiento de este tipo de cáncer, al asociarse el melanoma a la piel, motivo por el que está infradiagnosticado. Los pacientes cuentan con la ventaja de que su evolución es lenta. De todas formas, cuando les decimos a los pacientes que tienen un melanoma en el ojo y les explicamos que tienen que ir al oncólogo porque tiene capacidad de metástasis se quedan se quedan muy sorprendidos y asustados. Afortunadamente, la incidencia ronda el 5% del total de melanomas", ha explicado Capote.

   En concreto, el melanoma ocular puede aparecer, por orden de frecuencia, en la zona uveal, conjuntival y palpebral, si bien es en la uveal donde se dan la mayoría de estos tumores (aproximadamente el 85% de los casos). Dentro de la úvea, pueden situarse en el cuerpo ciliar, coroides o en el iris, los de mejor pronóstico, si bien no son los más frecuentes.

   "En las primeras fases este tipo de tumor puede padecer asintomático, que es cuando los tratamientos son más efectivos. De ahí la necesidad de acudir a revisiones oftalmológicas periódicas. En estas revisiones, podemos detectar no solo el melanoma ocular sino múltiples patologías que pueden ir desarrollándose con la edad, pero que cogidas a tiempo se pueden detener, como es el caso del glaucoma, la degeneración macular asociada a la edad o la presbicia, entre otras", ha recalcado la experta.

   Una exploración completa con pupila dilatada, que incluya un fondo de ojo, es suficiente para detectar los signos de que puede haber un melanoma ocular. No obstante, la doctora Capote ha señalado que si hay sospecha se pueden pedir otras pruebas complementarias, como la retinografía (fotografías que se hacen al fondo de ojo) o la angiografía, con la que introducimos contraste inyectado para ver con una cámara la retina y la coroides.

   Tras esto, y confirmado el melanoma, se pedirán unas pruebas de estudio de extensión por si hubiera metástasis, ya que en ese caso siempre hay que derivar a un oncólogo que haga las pruebas pertinentes para ver si hay o no afectación a otros órganos y en qué medida.

ELEVADA TASA DE SUPERVIVENCIA

   La tasa de supervivencia depende de la localización del cáncer, aunque en los casos más comunes, los tumores que aparecen en el tracto uveal, la supervivencia a cinco años del melanoma de iris ronda el 97 por ciento, mientras que en los que afectan al cuerpo ciliar y coroides desciende a un 70 por ciento.

   El tratamiento también dependerá de ese estudio determinado e individualizado de cada caso, aunque la mayor parte de las veces se opta por la braquiterapia oftálmica, una técnica conservadora por la que se implanta en el ojo una placa con isótopos radioactivos que van mandando al tumor la radioterapia que incidirá en él para ir disminuyendo su tamaño.

   "Realmente es una radioterapia local que se aplica en función del tamaño del tumor durante un tiempo determinado, para posteriormente retirar esa placa implantada. Durante el tiempo en el que el paciente es portador de esa placa permanecerá ingresado en una unidad asilada, dada la radiactividad de los isótopos", ha apostillado la experta de Clinilaser, para zanjar asegurando que la principal ventaja de la braquiterapia oftálmica radica, no solo en la evitación de extirpar el ojo, también en la conservación de su función.