La OMS denuncia que el 75% de personas con epilepsia en países de ingresos medios y bajos están sin tratar

Epilepsia
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Actualizado: lunes, 12 febrero 2018 15:37

MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

En el mundo hay unos 50 millones de personas con epilepsia y el 80 por ciento viven en países de ingresos medios y bajos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sin embargo lamenta que hasta el 75 por ciento de estos casos no reciben el tratamiento que necesitan.

Con motivo del Día mundial de este trastorno, que se celebra este lunes 12 de febrero, este organismo de Naciones Unidas ha denunciado la "brecha terapéutica" que sigue afectando a la epilepsia, que también favorece que en muchos lugares del mundo los pacientes y sus familias sean víctimas de la estigmatización y la discriminación.

Esto se debe, por un lado, por la falta de personal sanitario debidamente cualificado ya que, según datos de su Atlas de Neurología 2017, en los países de bajos ingresos apenas hay 0,1 neurólogos por 100.000 habitantes, frente a los 7,1 por 100.000 de países con ingresos altos.

A ello hay que sumar una baja disponibilidad de medicamentos genéricos antiepilépticos, que en el caso de países con ingresos medios o bajos es inferior al 50 por ciento.

Todo ello pese a que, como recuerda la OMS, la enfermedad es tratable "de forma fácil y económica" con medicamentos diarios de bajo coste, de apenas 5 dólares al año, y hasta el 70 por ciento de pacientes pueden ser tratados con éxito y tener sus crisis controladas con antiepilépticos.

La proporción de población general con epilepsia activa, con ataques continuos o necesidad de tratamiento en algún momento oscila entre los 4 y 10 afectados por mil habitantes. Sin embargo, algunos estudios realizados en países de ingresos bajos y medianos apuntan a una proporción mucho mayor, de entre 7 y 14 por mil habitantes.

Y cada año se diagnostican unos 2,4 millones de nuevos casos, aunque aquí la proporción también es mucho mayor en países con menos ingresos, donde duplican los 30-50 nuevos diagnósticos por cada 100.000 habitantes de los países con ingresos más altos.

Esta mayor prevalencia, apunta la OMS, puede deberse a un mayor riesgo de enfermedades endémicas como la malaria, una mayor incidencia de lesiones relacionadas con accidentes de tráfico o derivados del parto, o la ausencia de programas asistenciales o de prevención.